Una pausa necesaria...

¿Perdido? No lo creo, solo “desorientado” entre respiros. ¿Qué hacer? Primero que todo, no hay razón para angustiarse. Y sonrío (shiiiiiiiiii! porque sé que no estoy solo). No hay necesidad de una brújula, ni de un compás, que me den la ubicación exacta a seguir. Lo demasiado perfecto, le quita magia a los momentos ¿Cierto?

Dependiendo si es de día o noche, busco orientarme ¿Por dónde sale el Sol? ¿Dónde se encuentra “El Cazador”? (Orión). Entonces, aquella otra dirección, es mi anhelado Norte a seguir.

¿Revivir en mi mente lo recorrido? ¡Nunca mires hacía atrás! me dicen ¿Y porque no? si aveces el recordar donde se estuvo, ayuda a recordar dónde se quiere llegar. No hay peligro, pero ¡Atento! ¡Precaución!: “Si me detengo a contemplar lo andado, siempre de pie, jamás sentado”.

Hoy me dejo llevar, pues se me hace necesario, si deseo continuar….

“Aquel lugar, uno de los tantos especiales lugares. Un paseo escondido. De mañana, tarde o noche. Por un costado, un hermoso mural marino, por el otro el entrañable mar. Muchas conversaciones, varios sueños compartidos, cientos de besos prometidos. <<Entre broma y broma, la verdad se asoma>> dijo ella en un cálido momento. Miles de risas y un par de cigarros nunca encendidos. Labios mixtos, ojos color miel y abrazos que erizaban la piel.   Reconstruyo. Cierro mis ojos, pienso, oigo, siento y pregunto ¿se altera el ritmo de mi corazón? Mmm…me alegro, creo que todavía queda mucho para entregar”.

Fin de la necesaria pausa…hora de retomar el camino.