¡Quiero una Valentina! ¿Quién me ayuda?

Voy llegando a mi casa, cansado, después horas y horas de trabajo. Agotado, con dolor de cabeza, después de estar escuchando casi todo el día, el sonido de un maldito esmeril. Al llegar a mi casa, a la primera persona que veo es a Ella, y digo en silencio: “¡Por la #*/°&%$ yo solo quería descansar hoy!”. Entonces, ella viene corriendo hacia mí, arrojándose a mis brazos, dándome un dulce y largo beso, para luego decirme: “te quelo mi pipo”. Y  automáticamente me cambia el ánimo, mágicamente dejo de ser yo y me transformo en el que ella quiere que sea. Rápidamente, me toma de la mano y me lleva hasta mi cuarto, me hace entra, mientras Ella se queda en la entrada, desde donde con una miraba de sorpresa, comienza a observar detenidamente el desorden que hay en mi cuarto; esto debido a que me levante atrasado y no tuve tiempo para tender mi cama, ni ordenar mi ropa que se encuentra desparramada por todo el lugar. Y ella se queda ahí, en la entrada de mi cuarto, mirando el desorden,  mirándome a mí, ahora de forma inquisidora, y me dice: “¡Ordena! ¡Eres un fojo!”. Yo no sé si sentir vergüenza o ponerme a reír, pero comienzo a ejecutar su orden, por nada del mundo quiero que cambie esa actitud. Y mientras ordeno todo a toda prisa, la observo de reojo a ella, y noto en su sonrisa semi dibujada, la satisfacción de ver como domina la situación, como tiene el control de todo, mientras vuelve a decir: “¡Eres un fojo!”  Y agrega luego un: “¡Hazlo Dápido, fojo!”. Entonces solo para ver su reacción, comienzo a no ordenar bien las cosas, y la miro, y ahora  es más que evidente su enojo, porque me mira amenazadoramente, como si quisiera castigarme, y no aguanto más y me río (jajaja) Me encanta hacerla enojar y creo que a ella también le encanta enojarse conmigo (jajaja). Pero luego rápidamente ordeno todo, tal cual como a ella le gusta que estén las cosas, y le digo: “¿ahora sí? ¿Está todo bien? o ¿Quieres que cambie algo?”  Y ella me responde: ”Esta ben…fojo”. Luego me sonríe tan tiernamente, como solo ella lo sabe hacer  y dice: “¡Ahoda si  se puede jugad! Y entra corriendo, se sube a la cama, para saltar, cantar y bailar, mientras ve “Monster High” (su personaje favorita es “DracuLaura”), y yo solo puedo mirarla, reírme y pensar: “Esta cabra chica tiene más energía, que una GenkiDama”  Pero nada puedo hacer, porque en ese momento ella es “Ama y Señora” de todo el lugar, es una “mini Stalin”, obligándome  a jugar con ella (jajaja).

Al final, después de 1 hora, llega su mami a buscarla, entonces ella me abrasa, me da un tierno y largo beso, y dice: “Chao mi pipo, te quelo mucho.. pelo no seas fojo”  Y se va corriendo, dejando mi cuarto mucho más desordenado que antes.

Ella es Valentina, mi sobrinita de 3 años y medio, con su aptitud de “brujita” que todas las mujeres poseen, al parecer desde que nacen (jajaja) Es preciosa, encantadora, ¡DIVINA!  Y viene todos los jueves, para llenarme el corazón.