Si lo hiciste una vez, puedes dos..

Imagina; es ella, te sonríe tiernamente, no te habla, pero con su mirada te dice todo ¿Cómo te sientes? ¿Feliz y sereno? Vas bien entonces, sigue así. Observa como toma su teléfono, como digita tu número y prepárate a recibir su llamada, hazlo con felicidad, siente la emoción y respóndele con amor. Háblale de lo que quieres y deseas, de ella hacia a ti, no te guardes nada, eso sí, ten la precaución de no forzar las cosas, pero si de manifestar lo que quieres. Observa la ternura con que te habla, “mantén esa música”, mira cómo se acomoda el cabello con sus dedos, como se muerde los labios, como brillan sus ojos, sus bellos mil gestos y detalles, todo tal cual como siempre es en ella. Recuerda, todo está sucediendo ya, es tan real como real, porque ya se plasmó donde tiene que plasmarse, así que esto está sucediendo ya. Siéntelo, respíralo, llénate de ese “ahora”, disfrútalo y por sobre todo, recuerda el sentimiento todo el tiempo posible. Ya está hecho, aquí o allí; dependerá solo de la fuerza de tu corazón y mente de que sea aquí. Si lo hiciste una vez, puedes dos. Ahora abre los ojos, apaga la vela, recoge todo lo demás  y  espera sonriente, porque ese momento ya es tuyo…

¡Lo pediste y pediste!

No tienes mucho para explicar, ni nada puedes esconder ya. ¡Lo pediste y pediste! Y ahora casi lo tienes, no hay excusa posible, porque sabes perfectamente que al negar algo, no le quitas su poder, todo lo contrario; Porque sabes que la palabra “No”, no la registra tu inconsciente. ¿Cuál es tu excusa? Te doy tiempo, inventa una, trata de que sea buena, pero aun así, tú sabes que no existen las casualidades o coincidencias, que lo de afuera se crea desde adentro; Que la imaginación son los planos, el deseo es la fuerza de la mano de obra, y la palabra es la orden para comenzar la “construcción”; Que el cielo es un espejo, que todo lo refleja, tan poderoso, que incluso el mar debe su color azul a el. ¿Necesitas más tiempo para inventar algo? ¡Pues te lo doy! pero ambos sabemos que lo que “pediste y pediste” lo deseabas desde hace mucho tiempo, aunque te lo negabas, te lo prohibías, a tal grado que al escuchar aquel nombre o la palabra “escalera”, evitabas a toda costa sonreír, (tal cual como la “niña colored” lo hace al recordar aquello) aun así lo deseabas, y sabías perfectamente cómo atraerlo. ¿Te ríes? quizás es la actitud adecuada, tomarte las cosas livianamente, con calma ahora, sabiendo que el camino a tomar lo decides tú a cada segundo, y por tal motivo casi siempre puedes cambiar de ruta, si lo necesitas y deseas. ¡Lo pediste y pediste! Ahora es muy posible, que te enfrentes una vez más, a aquellos ojos color miel...

Otro de esos "locos" días..

El escenario era el siguiente. Ella (la niña nueva del grupo) y El, en la playa, sentados a la orilla del mar, alejados del resto del grupo, que en ese momento “empinaban el codo”…

<<Yo puedo hacer desaparecer una nube. ¿Ves esas dos nubes de allí? Esa pequeña que está al lado de esa otra grande con forma de conejo, yo puedo hacer desaparecer una nube. ¿No me crees? te entiendo, yo tampoco me creería, pero es cierto, te lo voy a explicar, es fácil, no se necesita calcular la Hipotenusa al cuadrado de la nube, ni nada parecido, es simple; la nube grande solo sirve como referencia, la nube pequeña es la que yo puedo hacer desaparecer, solo mirándola fijamente, imaginando que desde mi tercer ojo envió un rayo calórico a esa nube, evaporándola en pocos minutos. No me mires raro ¡es en serio! yo a los doce años, en esta misma playa practicaba esa técnica, y no estoy loco, si no me crees, compruébalo al leer “La magia del poder Psicotrónico”, página n°79>>…

Ella me miraba, con una sonrisa confusa, sin saber si ponerse seria o reír…

<<Ahora mira ese grupo de gaviotas, estoy seguro que uno de ellos se llama Juan, observa; “Juaaaaaaannnn (gritó)” ¡Viste! Varias graznaron. Ahora atenta de nuevo “Juan Salvador (Susurró)” ¡Viste! Esa de allá, la que tiene el pecho más blanco, esa fue la única que graznó esta vez, esa es Juan Salvador Gaviota>>…

Ella ahora entendió…y NOS matamos de la risa...

En uno de esos "locos" días.

El día es el ideal.  Estoy ahí, en donde necesito estar de vez en cuando, en donde me conecto y desconecto a la vez.  Extrañamente, hoy esta nublado, pero aun así el ambiente es muy grato, el calor se siente tibio y el aire fresco.  El momento y el lugar también es el ideal, sentado en esa roca, en donde muchas veces antes me he sentado, a orillas del mar, con ese olor a humedad salada que tanto me gusta. Sentado ahí, con las piernas cruzadas, espalda recta, cabeza ligeramente inclinada, y ya estoy en posición de “libertad”. Comienzo a respirar, suave y profundamente, en tiempos de 6 y 3 (inspirar en 6 seg.- retener en 3 seg.- expirar en 6 seg.- vacío en 3 segundos). A medida que voy conectándome más y más con mi respiración, voy desconectando mi cuerpo,  dejando de oír el sonido del mar y de las gaviotas que siempre vuelan cerca. Y lo estoy por conseguir, me introduzco en mí mismo, lo estoy consiguiendo, cuando de la nada apareces tú, convertida en un pensamiento.  Sé que es inútil ya seguir, pero aun así trato de eliminarte, por minutos lo logro, pero vuelves, y te saco por varios segundos más, pero vuelves a reaparecer. Entonces recuerdo: “lo que resiste, persiste”, es mejor hacer una pausa, para permitir que camines en mi mente y luego dejar que te vayas:

“Hola Princesa, estoy bien, sin angustias, pensar que ya son; 2 años, 61 días y 20 horas, y que la mitad de ese tiempo me costó volver a sonreír de verdad, me da risa repetírtelo siempre, pero lo logré, recuerda que << Yo tengo la velocidad del rayo y la potencia del trueno>> XD …¿Es verdad que ahora tienes el cabello color miel, igual que el color de tus ojos? ¿Lo sigues amando? ¡No me contestes! No es necesario…Sabes, ella me dio tu recado, y me inquieta que dijeras << DILE AL PIPO QUE TENÍA TODA LA PUTA RAZÓN>>, te soy sincero, no me alegra para nada saber que tuve razón, todo lo contrario, me apena ¿Por qué? Porque siempre me gusto saber que eras feliz. Dicen que a finales de enero vienes por acá ¿Es verdad eso? ¡No me contestes!  Sabes, SIGUES IGUAL DE HERMOSA. Ahora, disculpa, pero debes irte. Por favor, cuídate mucho. Dios te bendiga siempre mi niña…”

Pd: No sé si quiero volver a verla, de verdad que no lo sé. Dime ¿Que sentido tendría?

(MAIA ¡Arriba el ánimo!)