(21 de Marzo, 2014)
Fuiste como bello
amanecer primaveral, una delicada ilusión, un delirio fugaz de amor.
Y es que estar contigo y
no llegar a amarte era como presenciar la grandeza del sol y vivir en la
oscuridad.
Incapaz de aceptar lo innegable,
vuelvo a mirar mis manos, ya que aún siento su piel.
Y Saboreo mis labios,
para en ellos hacer regresar la tibieza de los tuyos.
Pero hoy mi camino no
buscan encontrar tus huella…y solo mis suspiros (por lo bajo) recuerdan tu
nombre…